PRIMERA ETAPA (1920-1969)
Un flujo importante de salvadoreños emigró en la época de la Segunda Guerra Mundial hacia dos destinos: Panamá y Estados Unidos. El primero, que era el principal paso de mercancías, avituallamientos y armas para el ejército norteamericano y sus aliados en la contienda mundial, necesitó mucha mano de obra no calificada. Después de 1941, cuando Estados Unidos ingresa a la Segunda Guerra Mundial, sus fábricas necesitaron gran cantidad de mano de obra para suplir a los ciudadanos norteamericanos que fueron a servir en los diferentes frentes de guerra. Astilleros y fábricas se quedaron sin hombres. Millones de mujeres obtuvieron empleos que nunca antes habían podido ocupar. De México, Centroamérica y el Caribe llegaron obreros atraídos por el empleo bien pagado; para 1941, algunos emigrantes eran obreros del puerto de Acajutla, el principal de El Salvador. De allí salieron a la bahía de San Francisco. Otros fueron al canal de Panamá y llevaban con ellos a sus esposas e hijos. Otra vertiente del flujo de emigrantes, dirigido principalmente hacia los Estados Unidos y Europa, fue protagonizada por las clases altas y media-altas de la sociedad, por motivos de educación, turismo, salud y otros. Se trataba de grupos de emigrantes de tamaño relativamente reducido, conformados por sectores de altos ingresos y buena posición social.